Otra teléfonica
La obsesión por los móviles ha llegado a tal extremo en Israel, donde prácticamente todos los ciudadanos tiene un teléfono de este tipo, que uno de estos aparatos sonó desde una tumba durante toda una mañana.
Los hechos ocurrieron en el cementerio Yarkón de Tel Aviv, cuando durante el entierro de una anciana de 92 años comenzó a sonar de forma insistente un teléfono celular. Los asistentes al sepelio se miraron los unos a los otros y comenzaron a buscar el origen del molesto timbre, pero pronto se dieron cuenta de que el sonido procedía de la tumba de la anciana, enterrada pocos minutos antes.
Al parecer, a uno de los familiares que ayudaba a arrojar tierra sobre la tumba de la difunta, se le cayó el teléfono móvil con tanta mala suerte que fue a parar a la fosa. El propietario, al darse cuenta de que era su teléfono el que sonaba desde la tumba, informó a la empresa telefónica a la que está abonado de que se le había perdido el teléfono y solicitó que dieran de baja de inmediato al aparato. Por si acaso.
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